viernes, 30 de julio de 2010

Yo y los videojuegos





Hasta antes del Atari 2600 fuí un niño común y corriente, tan común como lo puedes ser en los 80´s, al igual que mis primos me gustaba el futbol (si alguna vez me gustó), las canicas, los perros, las tunas, los dulces y todas esas cosas que absorben a los niños.

Por suerte para mis padres , los videojuegos llegaron a mi cuando ya el habito de la lectura estaba afincado en mi, lectura ligera, comics y libros con mas ilustraciones que letras, pero libros al fin, no usaba yo lentes en aquel entonces, esos son carga genética de los varones de la familia a partir de los 20 años.

Una mañana de invierno, en el cuarto de uno de mis primos había una "maquinita" conectada y todos los niños-infantes estaban ahio congregados alrededor de Lalo y Karla que jugaban una partidita de Pac-Man y los mas pequeños (solo por 2 años, pero pequeños, un año-niño es mucho mayor que año-adulto) en racimo, viendo el juego.

Mi papá vió no se que en mi cara ni en que cantidad que de inmediato me preguntó "Quieres que compremos uno", que iba yo a contestar mas que un "SI" rotundo, seguro sonoro un si con mas conviccion que el grito Freeeeeedom de William Wallace.

La semana siguiente se hizo un viaje a la meca de la "fayuca" , la ciudad de Celaya y de ahi trajeron mi flamante Atari 2600, una caja plateada con logos era lo que me separaba de los 8 bits de diversion infinita, la felicidad absoluta.


A partir de ahi, los videojuegos formaron parte de mi sistema como la nicotina del fumador y el alcohol del bebedor, el atari era mi nuevo mejor amigo, donde las tardes 3 ratoncitos se juntaban a jugar (en aquel entonces mi hermana jugaba), y mientras uno jugaba los otros veian o jugaban con el gato de turno o la plastilina.

a la fecha he tenido muchas consolas, pero por siempre y para siempre solo hay una primera vez.

Gracias Atari por alejarme del futbol!